El insecticida es toxico

Intoxicación por cipermetrina

Los insecticidas son sustancias químicas utilizadas para controlar los insectos matándolos o impidiendo que adopten comportamientos indeseables o destructivos. Se clasifican en función de su estructura y modo de acción.

La mayoría actúan sobre las neuronas provocando un desequilibrio sodio/potasio que impide la transmisión normal de los impulsos nerviosos. Algunos actúan sobre el receptor GABA (ácido γ-aminobutírico) impidiendo la entrada de iones cloruro en las neuronas, lo que provoca un estado hiperexcitable caracterizado por temblores y convulsiones. Suelen ser insecticidas de amplio espectro que han dejado de utilizarse.

Causan la inhibición de la acetilcolinesterasa (AChE) y la acumulación de acetilcolina en las uniones neuromusculares provocando la contracción rápida de los músculos voluntarios y, finalmente, la parálisis. Insecticida de amplio espectro, generalmente el más tóxico de todos los plaguicidas para los vertebrados.

Causa la inhibición de la acetilcolinesterasa (AChE), lo que provoca efectos en el sistema nervioso central (es decir, contracciones rápidas de los músculos voluntarios y, finalmente, parálisis). Tiene un espectro de toxicidad muy amplio y es muy tóxico para los peces.

¿Cómo actúa el insecticida?

IntroducciónLos insectos constituyen la base de la red alimentaria que sustenta la vida en la Tierra. Son fundamentales para el éxito del ecosistema, ya que proporcionan alimento a anfibios, peces, aves, reptiles y mamíferos. Los insectos participan en la descomposición de los desechos animales y la vegetación muerta, reciclando los nutrientes de estos materiales y devolviéndolos al suelo. Los insectos también contribuyen a la producción agrícola de los cultivos que alimentan a la humanidad, como polinizadores primarios de muchas plantas y como controladores naturales de insectos plaga que se alimentan de cultivos importantes para la supervivencia humana. Una población diversa de insectos beneficia a la agricultura al mantener un equilibrio entre insectos depredadores y plagas y proporcionar servicios de polinización [1].

Los insecticidas dirigidos a las plagas que dañan los cultivos reducen tanto el número como la diversidad de insectos en un ecosistema [2]. Debido a que las prácticas agrícolas convencionales se basan principalmente en insecticidas químicos para la gestión de los insectos plaga, los ecosistemas que comprenden las tierras agrícolas de EE.UU. se ven muy afectados tanto por los efectos directos sobre los insectos como por los efectos directos e indirectos sobre otras especies [3]. Aunque muchos miembros del ecosistema pueden no estar expuestos a dosis suficientes de insecticidas como para sufrir intoxicaciones agudas letales, se ha demostrado que se producen efectos adversos subletales e indirectos [4].

Qué pasa si bebes insecticida

Los insecticidas son productos químicos utilizados para matar, prevenir o repeler insectos. Los insecticidas pueden ser una parte importante de la gestión integrada de plagas; sin embargo, algunos productos pueden agravar los problemas de plagas o dañar a las personas o la fauna silvestre. Los productos plaguicidas denominados insecticidas menos tóxicos causan menos daños a las personas y a los organismos distintos de la plaga objetivo. Los insecticidas menos tóxicos que se enumeran a continuación deben ser la primera opción cuando se decida utilizar plaguicidas para controlar los insectos. Compruebe siempre las etiquetas de los productos para asegurarse de que el plaguicida está registrado para su planta y la situación de la plaga.

Los jabones plaguicidas controlan pulgones, moscas blancas, ácaros y otros insectos de cuerpo blando. Para que sean eficaces, deben cubrir completamente las plagas y, a veces, es necesario repetir la aplicación. Los jabones vienen en botellas pulverizadoras fáciles de usar para trabajos pequeños. Varios de estos productos también controlan las enfermedades fúngicas de las plantas.

Minimice el uso de pesticidas que contaminan nuestras vías fluviales. Siempre que sea posible, utilice alternativas no químicas o productos plaguicidas menos tóxicos. Lea atentamente las etiquetas de los productos y siga las instrucciones sobre su uso, almacenamiento y eliminación.

Efectos de los pesticidas en la salud

La toxicidad se refiere a la capacidad innata de una sustancia química de ser venenosa para los organismos vivos. Prácticamente todas las sustancias químicas conocidas tienen el potencial de producir efectos tóxicos (por ejemplo, lesiones o muerte) si se administran a un organismo en dosis suficientes. Si una sustancia química ejerce realmente su toxicidad sobre un organismo, debe haber dos características clave asociadas a la toxicidad, determinadas por un bioensayo apropiado. En primer lugar, existe un efecto final observable y bien definido que resulta directamente de la acción de una sustancia química tóxica. Por ejemplo, la muerte de insectos expuestos a un insecticida es un efecto final observable y bien definido. En segundo lugar, el efecto tóxico debe depender de la dosis. Dentro de un rango de dosis adecuado, el efecto tóxico debe estar positivamente correlacionado con la dosis. Dicha relación, comúnmente conocida como relación dosis-respuesta, es la característica más fundamental e importante de la toxicidad.

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