Insecticidas y fungicidas naturales

El mejor fungicida para plantas de interior
Los jardineros se enfrentan a menudo al dilema de controlar las plagas y enfermedades sin recurrir a productos químicos agresivos y peligrosos, que sólo deberían utilizarse como último recurso. Cuando se trata de enfermedades fúngicas del césped y el jardín, el fungicida casero para césped o el fungicida casero para plantas suele resolver estos problemas sin dañar el medio ambiente ni poner en riesgo su salud, la de sus hijos o la de sus mascotas.
Para reducir la necesidad de utilizar un fungicida para plantas, puede ser útil seleccionar plantas sanas y resistentes a las plagas y practicar un buen saneamiento en el huerto y el parterre. Mantenga las plantas sanas y la zona de cultivo libre de malas hierbas para reducir la necesidad de utilizar fungicidas para plantas.
La mayoría de las veces, los hongos son el resultado de plagas en el huerto. A veces, el control de plagas para las plantas es tan simple como un chorro de agua de la manguera del jardín, eliminando pulgones y otros insectos perforadores y chupadores. Cuando los problemas de plagas y los consiguientes problemas de hongos requieren tratamiento, es útil conocer los fungicidas de bricolaje para el jardín.
¿Cuál es el mejor insecticida natural?
Aceite de Neem. Es uno de los mejores insecticidas naturales polivalentes, ya que mata desde gusanos de la col y chinches de la calabaza en la superficie hasta nematodos y larvas en el suelo. El aceite de neem es un extracto venenoso del árbol de neem, una especie tropical asiática, que se puede adquirir en los centros de jardinería.
¿Cuáles son ejemplos de insecticidas naturales?
Los insecticidas naturales contienen materiales químicos, minerales y biológicos y algunos productos están disponibles comercialmente, por ejemplo, piretro, neem, spinosad, rotenona, abamectina, Bacillus thuringiensis (Bt), ajo, canela, pimienta y productos de aceites esenciales.
¿Cómo se fabrica un insecticida natural?
Este insecticida casero puede usarse como remedio universal, ya que disuade muchos tipos diferentes de plagas de insectos. Receta: Mezcla en agua un poco de menta picada, ceniza, ajo, tabaco y no más de 1 cucharada de jabón. Deja reposar el brebaje durante 24 horas, cuélalo y aplica la solución con una regadera o una escoba casera.
Fungicida natural para plantas
Conociendo los riesgos de utilizar productos químicos sintéticos en su propiedad, que pueden poner en peligro a su familia, está claro que encontrar alternativas naturales a estas sustancias es la única forma de garantizar la salud y la seguridad de las personas y los animales que le rodean.
Nota: no todas estas sustancias encajan en las categorías anteriores, pero siguen siendo útiles aquí porque, como fertilizantes naturales, refuerzan la capacidad de la planta para luchar contra hongos, plagas y competir contra otras plantas no deseadas de forma más eficaz.
El azufre en polvo es una forma de azufre soluble en agua, natural y libre de metales pesados, que se presenta en forma de polvo. Puedes utilizarlo en tu jardín para disuadir plagas como pulgas, niguas y garrapatas, para repeler serpientes y controlar los hongos en las plantas de melón.
Cuando las plantas se atrofian y muestran deformidades en las hojas, puede ser señal de una carencia de nutrientes que las debilita y les impide combatir las infecciones y los daños de las plagas. ¿Un posible remedio? El sulfato de zinc.
En su piscina o estanque, si dispone de uno, es posible que observe la formación de algas (un hongo omnipresente) que acaban apoderándose del entorno. Una forma de combatir de forma natural el crecimiento y la propagación de las algas es utilizar un fungicida natural llamado sulfato de cobre.
Fungicida casero para plantas de interior
Si tienes una planta que normalmente tiene oídio o algún otro problema de hongos, usa esto para prevenirlos. O bien, aplícalo cuando veas signos de hongos para evitar su propagación. No lo apliques al sol, sobre todo en verano, ya que podrías quemar la planta. Es aconsejable hacer una prueba en una o dos hojas; espere 24 horas y, si todo está bien, pulverice la planta a primera hora de la mañana o por la noche. Por lo general, los problemas de hongos suelen aparecer en las horas más frescas (o a medida que refrescan las noches), pero es mejor evitarlo bajo la luz directa del sol.
Utilícelo directamente y, con un algodón o un bastoncillo, limpie la planta de pulgones, cochinillas, cochinillas y mosca blanca. Puede aplicarlo directamente sobre el insecto. O bien, puede mezclarlo en un pulverizador, aproximadamente media taza de alcohol en un cuarto de galón de agua para rociar una planta muy infestada. Una vez más, tenga cuidado y pruebe primero en una planta antes de rociar sus hojas y no lo aplique bajo la luz directa del sol si está rociando las hojas. Si sólo está rociando los insectos, no tendrá problemas.
Fungicida natural para el suelo vegetal
Los profesionales del control de plagas y los propietarios de viviendas de Florida y el sureste de EE.UU. buscan opciones eficaces que sean más seguras para las personas y el medio ambiente que algunos pesticidas sintéticos convencionales. También está aumentando el interés por la jardinería ecológica, que se basa en pesticidas naturales. Consulte el sitio web del Organic Materials Review Institute (OMRI) (https://www.omri.org/omri-lists/download) para conocer los productos aceptables en la producción de plantas ecológicas. Los plaguicidas naturales o biológicos, también llamados bioplaguicidas, pueden utilizarse por sí mismos o en combinación con programas de plaguicidas convencionales como valiosas opciones de rotación, retrasando o previniendo así la aparición de resistencias causadas por el uso repetido de los mismos controles químicos.
Esta publicación describe productos naturales para su uso en paisajes y jardines residenciales. Por lo general, son menos tóxicos para los organismos a los que no van dirigidos y para el medio ambiente y, si se utilizan correctamente, pueden ser herramientas eficaces para la protección de las plantas. Estos productos son más eficaces cuando se utilizan en un programa de gestión integrada de plagas (GIP) junto con el saneamiento, las prácticas culturales adecuadas, las tácticas de control mecánico, el uso de variedades de plantas resistentes y el control biológico (Figuras 1 y 2).